Pasos hacia la comodidad: Quiropodia de calidad para tus pies.

La quiropodia posiblemente sea el servicio más demando por la sociedad en la actualidad, dado el amplio campo de aplicación que posee dando respuestas a casi todas las afecciones leves que afectan a nuestros pies. 

¿QUÉ PODEMOS TRATAR CON LA QUIROPODIA?

Con el servicio de quiropodia tratamos las afecciones más básicas de nuestros pies:

• Fresado terapéutico de uñas: Con ello conseguimos sanear las capas más superficiales de nuestras uñas, reducir el grosor cuando el mismo esta aumentado generando dolencias en el lecho ungueal, o retirar la uña enferma por lesiones como onicomicosis o onicolisis por traumatismos entre otros.

• Deslaminado de durezas y callosidades: Cuando alguna zona de nuestros pies sufre un exceso de presión por una mala repartición de presiones como consecuencia de algún desequilibrio funcional de los mismos, las capas de queratina que se desprenden de nuestra piel se compactan por la presión formando capas prensadas que dan lugar a la aparición de durezas. Estas durezas, a su vez, poseen una zona de máxima presión, siendo ahí donde las capas de durezas comienzan a profundizar hasta formar el doloroso callo o heloma que, en función de la zona donde se origine, recibe diferentes nombres.
• Cuidados dermatológicos: A veces nuestra piel sufre enfermedades dérmicas necesitando para su recuperación algún fármaco, crema o ungüento. Es por ello que en este campo podemos solucionar afecciones como pies de atleta, dermatomicosis, sequedad, exceso de sudoración, infecciones por papilomas, entre otras.

¿CÓMO SE REALIZA UNA QUIROPODIA?

Para realizar un buen servicio de quiropodia es necesario el empleo de un instrumental estéril e individualizado para cada paciente. Una vez el paciente está sentado y acomodado en el sillón, se realiza una primera inspección de los mismos para valorar el estado general de los pies. Una vez establecido y dadas las pautas a seguir comenzamos, bajo la aceptación del paciente, con el fresado terapéutico de uñas, corte de las mismas, deslaminado de la durezas y callos existentes, terminando el servicio con un relajante masaje con crema hidratante. Al despedir al paciente normalmente se le hace entrega verbal o por escrito de recomendaciones para autocuidados en casa, ya sean referentes a calzadoterapia, higiene, hidratación o ejercicios para mejorar la salud de sus pies.